El blog de LA ALDEA

Se llamaba María del Rosario Gómez y era mi abuela, madre de mi madre.

Mi abuelo Juan Campillo y mi abuela María formaron familia de la que nacieron Isabel, Cándido (Sabas), y Alberta. Mi abuelo y Alberta murieron jóvenes y yo no los llegué a conocer.

Mis abuelos tenían su domicilio enfrente de Cándido “El Recobero”.

Mis abuelos trabajaron en el campo. en la agricultura y con animales, siempre como jornaleros ya que su única propiedad era la casa. El tiempo que yo conocí a mi abuela ya no trabajaba fuera de casa y muy pronto se vino a vivir con mi familia y allí estuvo hasta que murió.

Recuerdo de mi abuela que se llevó un susto enorme cuando en la TV se puso a ver una corrida de toros y, cuando la cámara tomó la salida del toro de los chiqueros, que parecía correr hacia el espectador, ella se asustó, se levantó bruscamente y quiso marcharse.

Decían de mi abuela que tenía una capacidad especial para ver, sentir, hacer y conocer cosas que no se podían percibir normalmente por los sentidos. No sé si esto fue verdad, pero lo que sí se es que creía mucho en la reencarnación y contaba historias que nos parecían cuentos fantásticos pero que ella decía que eran visiones.

De la casa de mis abuelos ya sólo queda el solar y el recuerdo de que era muy pequeña y que cuando se acercaban las  ferias de El Puente y La Puerta permanecíamos los nietos pequeños detrás de la ventana viendo el trasiego de animales (toros, vacas, bueyes, cerdos, caballos mulos burrros ...) que pasaban provenientes de diversas poblaciones
del municipio de Beas de Segura.